“Uno no alcanza la iluminación fantaseando
sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace
consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino.”
- C. G. Jung
Esta frase
de Jung nos da una idea de cómo funcionan, o deberían funcionar, las
proyecciones.
Vamos a
comenzar con definir brevemente qué es una proyección.
En psicología, el término proyección se refiere al mecanismo de nuestra psique que se encarga de atribuirle cualidades propias del individuo a personas, objetos, o situaciones del mundo exterior.
En psicología, el término proyección se refiere al mecanismo de nuestra psique que se encarga de atribuirle cualidades propias del individuo a personas, objetos, o situaciones del mundo exterior.
Desde
ciertos enfoques del estudio de la psicología decimos que la proyección es el
recurso que tiene nuestro inconsciente para poner en evidencia los contenidos internos que, desde nuestro Ego, no estamos reconociendo en nosotros mismos.
Podemos decir que, entre otras cosas, a esta idea se refiere Jung en la cita mencionada al inicio de este artículo al decir que “lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”.
En otras palabras, estamos diciendo que las proyecciones nos muestran esas facetas de nuestra personalidad, tanto positivas como negativas, que no estamos logrando asimilar de forma consciente.
Podemos decir que, entre otras cosas, a esta idea se refiere Jung en la cita mencionada al inicio de este artículo al decir que “lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”.
En otras palabras, estamos diciendo que las proyecciones nos muestran esas facetas de nuestra personalidad, tanto positivas como negativas, que no estamos logrando asimilar de forma consciente.
Un caso muy común de proyección es el estado de irritabilidad, enojo o
ira que nos causa alguna conducta específica de una persona. Cada vez que somos
testigos o receptores de alguna actitud que automáticamente nos genera un
estado emocional negativo y fácilmente podemos formular una crítica hacia esa
persona, estamos proyectando en ella contenidos inconscientes de nuestro propio
ser.
Cuando
catalogamos a alguien de “agresivo”, “orgulloso”, “desconsiderado”, “soberbio”,
“envidioso”, etc., es porque esas mismas cualidades ya existen en nosotros
mismos y no estamos siendo capaces de asimilarlas correctamente. Dicho de otro
modo, no estamos siendo sinceros con nosotros mismos.
Esta es la razón por la cual se nos hace tan fácil elegir el adjetivo apropiado al momento de expresar nuestra crítica.
Uno no puede identificar lo que no conoce, es por eso que desde el concepto de proyección decimos que uno está “re-conociendo” en el otro las cualidades que le son propias.
"Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” - Buda
Esta es la razón por la cual se nos hace tan fácil elegir el adjetivo apropiado al momento de expresar nuestra crítica.
Uno no puede identificar lo que no conoce, es por eso que desde el concepto de proyección decimos que uno está “re-conociendo” en el otro las cualidades que le son propias.
"Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” - Buda
Si bien en
lo cotidiano el uso del término “proyección” está asociado solamente a las cualidades
negativas, esto es en realidad un entendimiento incomlpeto o parcial de este concepto. La proyección también sucede ante los rasgos positivos que vemos en los demás.
Cuando tenemos la capacidad de reconocer en alguien más alguna virtud como por
ejemplo la inteligencia, la valentía, la responsabilidad, la generosidad, la
amabilidad, etc., es precisamente porque esas cualidades también existen en
nosotros. El hecho de ser poseedores de dichas cualidades es lo único que nos
permite realmente reconocerlas, de otro modo no tendríamos palabras para
describirlas, ya que no formarían parte de nuestro inventario.
Entender cómo
funciona este mecanismo y también para qué sirve es una herramienta increíblemente
útil y práctica en nuestro desarrollo evolutivo, en nuestro crecimiento
personal, y en nuestro avance hacia niveles y estados más elevados de ser.
Si bien la
asimilación de estos contenidos inconscientes o reprimidos suele ser un proceso
arduo, y por momentos también doloroso, representa un camino hacia la liberación de muchas de
nuestras angustias, penas e incertidumbres. Es animarnos realmente a conocernos a nosotros mismos, saber de verdad quiénes
somos, con todos nuestros defectos y nuestras virtudes.
Solo así podremos empezar a tomar control de nuestras vidas, hacer mejores elecciones, y animarnos a hacer cosas que antes quizás ni siquiera hubiésemos contemplado como opciones por el solo hecho de no saber realmente de lo que somos capaces.
Una correcta comprensión de las proyecciones, su trabajo de asimilación y transformación conforma uno de los pilares del trabajo sobre uno mismo, que sin duda traerá muchos beneficios a cualquiera que se proponga llevarlo a cabo. Es uno de los primeros pasos para inciarnos en el camino de llegar a ser todo lo que podemos ser.
Solo así podremos empezar a tomar control de nuestras vidas, hacer mejores elecciones, y animarnos a hacer cosas que antes quizás ni siquiera hubiésemos contemplado como opciones por el solo hecho de no saber realmente de lo que somos capaces.
Una correcta comprensión de las proyecciones, su trabajo de asimilación y transformación conforma uno de los pilares del trabajo sobre uno mismo, que sin duda traerá muchos beneficios a cualquiera que se proponga llevarlo a cabo. Es uno de los primeros pasos para inciarnos en el camino de llegar a ser todo lo que podemos ser.
Gerardo Martínez.
____________________________________________________________________________
Muchas
gracias por haber leído este artículo de mi autoría.
Si te
interesa saber más sobre este tema y cómo aplicarlo, podés ponerte en contacto
conmigo directamente, o dejar tu comentario al final de la publicación.
IG: @g.m.coaching
Mail: gerardo.p.martinez@gmail.com

No hay comentarios.:
Publicar un comentario